Rechazar el conflicto es la peor forma de violencia.
Una historia es el testimonio de un cambio.
Un poema es una fotografía; un cuento es una situación; una novela es “un viaje o una investigación”.
¿Será que un poema es una contemplación fácil de memorizar?
Un poema es la sublimación de una idea; un cuento es un argumento en acción; una novela es “un ensayo en acción” (canal de YouTube Just Write).
Un poema es cuando las palabras danzan en una foto.
El talento es un accidente genético; el empeño es una decisión.
El destino es el pasado.
La imaginación es el puente que conecta las dimensiones materiales e inmateriales de la existencia: El puente de octarina.
El destino es el puente entre lo material y lo trascendente, es el lugar y el momento que habita la imaginación humana.
El fracaso es cuando nos estrellamos con expectativas no razonables, tales como El Éxito.
El problema con salir adelante es saber hacia dónde demonios queda eso.
The opposite of horror is not tranquility; it’s wonder. Together they conform fascination.
El opuesto del horror no es la tranquilidad; es la maravilla. Juntos conforman la fascinación.
La ficción hace preguntas; si quisiera dar respuestas se llamaría Academia.
La ficción busca empatizar; si quisiera juzgar se llamaría Dogma.
Amar es estar en condiciones y tener la disposición de compartir la vida con alguien.
Si no mueves el culito, el decreto se te convertirá en El Secreto.
Las modas se disfrazan de cambio al servicio del orden establecido.
La Verdad ha muerto, nosotros la habíamos inventado.
La productividad es una basura.
La vida no es una ecuación, es un poema.
De hecho, la matemática pura y la física teórica son mucho más poemas que ecuaciones.
Quien se toma en serio el papel de víctima se convierte en verdugo.
Quien vive la vida desde el papel de víctima es incapaz de asumir responsabilidades.
Hay unas tristezas que se quedan con nosotros toda la vida; de eso es que nos libera la muerte.
Un adulto es un niño con cara de bravo.
Un adulto es un niño que aprendió a disimular que sigue sin tener la menor idea sobre casi nada.
Muchas veces declarar una guerra afuera delata la incapacidad de pelearla adentro.
Que la superioridad moral no te nuble la empatía.
A ver si entiendo: ¿que una persona sea privilegiada en cierto aspecto de su vida automáticamente significa que no ha tenido dificultades? Como si no existieran millonarios blancos cisgénero suicidas, drogadictos o simplemente miserables… Mientras se mantenga esta lógica amigo-enemigo seguirá derramándose sangre por absolutamente nada.
Las mentes temerosas creen que descubren la realidad (y suelen volverse fanáticas de esa creencia y de sus respectivas versiones de La Realidad); las mentes serenas saben que la realidad es una relación entre lo que acontece, su contexto y la forma en que se cuenta (y asumen con humildad el temor a la incertidumbre).
Más que de intelectos, entonces, es un asunto de tripas. El precio de la honestidad es el vértigo, mientras que el autoengaño duerme tranquilo. Para preservar su sueño, los fanáticos condenan las preguntas correctas (por ejemplo, la pregunta ¿por qué?) afirmando que son equivocadas.
La superstición más dañina del materialismo moderno es la negación de la imaginación.
La metamodernidad es cuando el mundo y sus pensadores entendieron a los pioneros del pensamiento posmoderno.
Yo no es que me las quiera dar de Sócrates con eso de que no sé o no entiendo muchas cosas; es que tengo un problema con que haya tanta gente queriéndoselas dar de Kant. Es como si dijéramos que cualquiera puede jugar fútbol como Cristiano Ronaldo. No es cierto, punto.
Los universos paralelos siempre han existido, se llaman ucronías.
Las zonas grises siempre han existido, se llaman limbo.
La ciencia ficción siempre ha existido, antes se llamaba mito.
El cuerpo humano está hecho de átomos; la vida humana está hecha de historias.
Al Implacable dios Murphy le gusta la acumulación de infortunios en un corto espacio de tiempo por su efecto dramático y por el clímax narrativo cuando el protagonista los supera.
El Implacable dios Murphy, bromista impertinente, patrón de las paradojas, la más activa divinidad del panteón moderno, se deleita especialmente en recordarle a las personas modernas que La Razón no tiene la razón.
La cultura es a la historia como el postre al almuerzo, las artes a la teoría, el placer al deber, la esencia a la existencia y la fantasía a la realidad. Todo lo segundo es necesario e importante, pero sin lo primero no tiene sentido. El sentido es el destino, lógicamente.
El problema con los supuestos ateos (sobre todo los militantes o los que se hacen llamar “brillantes”, que suele significar: Fanáticos intransigentes incapaces de dialogar) es que, en su pelea con la fantasía, el catolicismo y otros cristianismos (eso que en su evidente ignorancia sobre estudios religiosos ellos llaman “La Religión”), suelen terminar por no creer en las creencias; esto hace que sus creencias tiendan a ser automáticas e irreflexivas, haciéndolos a ellos igual o más dogmáticos que muchos religiosos. Esto es evidente en los fanáticos de las ciencias naturales y/o de la filosofía, que con su característica arrogancia afirman “yo no creo, yo sé”.
Jajajajajajajajaja, sí bebé, claro que sí, mucha suerte con tu delirio de superioridad. Ninguna definición de sesgo cognitivo dice “error del razonamiento que sólo afecta a los religiosos”; por el contrario, los sesgos cognitivos nos afectan a todos, porque son producto del comportamiento irracional que las personas solemos tener con nuestras creencias, con o sin seres sobrenaturales de por medio. Las personas arreligiosas y antirreligiosas existen (y la arrogante ingenuidad de muchas de ellas suele ser tan fastidiosa como lamentable); las personas que no creen en nada no existen, las personas sin creencias irracionales tampoco existen.
A los profesores, a los políticos y a los empresarios les gusta decirles a otros qué hacer, de eso comen; yo, respetuosamente, trato de alejarme cada vez más de ese camino. No quiero ser un atacante ni mucho menos un tabibu juha.
Las ideas son como los buñuelos y las arepas: entre más redonditas más sabrosas.
Leyes del mercado
5 sencillos pasos para ser millonario:
1. Nace en una familia de millonarios
2. Espera alrededor de 20 años
3. Hereda la compañía de papi (y/o mami)
4. Deja que “tu equipo”, la inercia y la teoría económica hagan el resto
5. Si no naciste en una familia de millonarios, olvídalo, no hay manera… a menos que estés dispuesto a incursionar en los negocios ilegales, en cuyo caso tal vez logres ser millonario, pero tienes una altísima probabilidad de morir joven, a manos de la competencia (otros criminales), tu equipo (criminales internos) o los grandes líderes del orden establecido (criminales de cuello blanco)… La otra opción es que seas la excepción que confirma la regla, pero ¿cómo saberlo? 🤷♀️
Sólo por si no te habías dado cuenta, la pruebita de amor no es una prueba científica: Jamás tendrás certeza de ella y es factible que eventualmente esa personita especial haga una réplica experimental… con alguien más. Pero ahí estás tú, creyendo con ese ahínco en el amor… Sígueme para más axiomas materialistas
¡¿Cómo se me ocurre creer en dioses?! En lo invisible está la esperanza. Si no podemos creer en lo que no podemos probar, chao imaginación, chao creatividad, chao humanidad… Sólo quedarán máquinas. De carne, de metal, de hueso, de madera, da igual: Máquinas al fin y al cabo.
“Deconstruirse” no se puede escribir sin “destruirse”. Tal vez sea un eufemismo tonto para un trabajo difícil, incómodo, desagradable, doloroso y sin una pizca de glamour, pero se entiende que el término sea necesario en otros contextos para evitar violencias peores. En este contexto, en lo que toca el género, destruirse es la palabra. Destruir en nosotros y en el mundo costumbres, patrones, comportamientos, hábitos, perspectivas, incluso formas de ver el mundo y a los seres que lo habitamos. Es nuestra responsabilidad histórica y cultural, es lo mínimo que podemos hacer, en este momento, los hombres en las condiciones y con la capacidad de hacerlo.